En el año 2016 al poco tiempo de asumir la intendencia, Gustavo Sáenz creó por decreto la Oficina Anticorrupción Municipal y designó a Pedro García Castiella como su titular sin concurso público de antecedentes.
García Castiella estuvo a cargo de este organismo, hoy disuelto, durante los cuatro años de su opaca existencia, mientras Gustavo Saénz fue intendente.
Luego fue designado como Secretario de Justicia, ya con Saenz a cargo del Gobierno de la Provincia, para luego ser promovido por éste al cargo de Defensor General, cargo que próximamente abandonará, conforme ha trascendido hoy, para ponerse, a pedido nuevamente de Gustavo Saénz, al frente del Ministerio Público como jefe de todos los fiscales penales de la Provincia, esto es, de los mismos funcionarios que deben investigar una de las causas judiciales más escandalosas de los últimos años: La causa “Huergo” o causa de las “facturas truchas”, que estalló en el 2019 y que se encuentra hoy paralizada.
En dicha causa, los fiscales provinciales, que en breve dependerán de García Castiella, deberán investigar si se resuelve por la competencia local, un presunto fraude a la administración pública cometido a través de sociedades que operaron como proveedoras, entre otros, de la Municipalidad de Salta durante la gestión de Gustavo Sáenz como intendente.
La “Causa Huergo” y la oficina anticorrupción municipal
La “causa Huergo” o “causa de las facturas truchas” se inició a raíz de una serie de investigaciones iniciadas por la AFIP que derivaron en una serie de allanamientos a estudios jurídicos, estudios contables y a la propia Municipalidad en enero de 2019.
No se conoce, ni tampoco ha trascendido periodísticamente, ninguna participación de García Castiella, quién por ese entonces continuaba al frente de la Oficina Anticorrupción Municipal, para coadyuvar en la tarea investigativa iniciada por organismos federales o bien para actuar, en el ámbito de su competencia en procura del esclarecimiento de los hechos investigados.
¿Cómo fue la gestión de García Castiella al frente de la Oficina Anticorrupción?
La gestión de García Castiella al frente de la Oficina Anticorrupción Municipal es prácticamente desconocida y la incidencia que ese organismo tuvo en la lucha contra la corrupción municipal fue nula.
Al cumplir García Castiella dos años al frente de ese organismo, el Concejo Deliberante de Salta requirió a ese funcionario que informase acerca de distintos aspectos de su gestión.
La respuesta del ex funcionario municipal y próximo Procurador General de la Provincia, que hoy hacemos pública, da cuenta de que en los hechos ese organismo fue una cáscara vacía de contenido. Sin presupuesto, y sin estructura y sin el marco normativo adecuado, la Oficina Anticorrupción Municipal nació ex-profeso para no incidir en pro de la transparencia y de la integridad pública. En definitiva fue solo una puesta en escena de Gustavo Saénz, y García Castiella no fue ajeno a eso.
Una oficina creada por decreto
La Oficina Anticorrupción fue creada mediante Decreto Municipal 93/16 y su titular fue designado sin concurso público de antecedentes.
Lo recomendable hubiese sido crear esa Oficina mediante una Ordenanza y dotar a ese órgano de autonomía y autarquía financiera. Eso le hubiese dado fortaleza a esa institución y mayor capacidad de incidencia. Claramente ese no fue el objetivo de Gustavo Saénz.
También evitar que la designación de su titular fuese “a dedo”. Un mecanismo de concurso público de antecedentes para designar a su titular, hubiese ofrecido más garantías de idoneidad e independencia, que son las cualidades que se requiere para tal cargo.
La falta de autonomía y autarquía presupuestaria de la Oficina Anticorrupción Municipal se vio reflejada en la modesta actuación que tuvo durante su corta existencia. En el informe emitido al Concejo Deliberante el 22 de junio de 2018 García Castiella señaló que esa oficina “..se ha venido desempeñando con extrema austeridad…con un plantel de empleados reducido y extremando al máximo la austeridad en el gasto.” y que “el actual espacio físico en el que funciona la oficina no es lo suficientemente segura (ni) acorde a la entidad del contenido de sus actuaciones.”
Una oficina precaria creada para no incidir
Del informe de García Castiella dirigido al Concejo Deliberante, surge que a dos años de su creación se desempeñaban en la Oficina Anticorrupción cuatro personas: un secretario letrado, un secretario administrativo y dos empleados administrativos.
El informe destaca que durante ese tiempo no fue sencilla la implementación de una línea telefónica gratuita para recibir denuncias anónimas y que si bien con el tiempo se implementó, no existió una adecuada política de publicidad de esa línea a fin de incentivar la participación de los vecinos en la formulación de denuncias por esa vía sobre posibles casos de corrupción.
En su informe el ex titular de la desaparecida oficina refiere que a la fecha del informe, se colocaron 11 carteles en distintas reparticiones públicas.
La modesta actuación de García Castiella
A dos años de su creación, según surge de ese informe la Oficina Anticorrupción a cargo de García Castiella tuvo una muy modesta actuación: Durante los dos primeros años de su gestión formuló sólo una denuncia penal ante el Ministerio Público, e inició 46 investigaciones preliminares, de las cuales 7 fueron archivadas, formuló 4 recomendaciones y realizó 2 sugerencias legislativas.
No se dan detalles de la denuncia penal, ni tampoco de las 46 investigaciones preliminares, pero si se informa que de esas investigaciones administrativas, 37 se iniciaron a partir de denuncias de terceros y 9 fueron iniciadas de oficio.-
A partir de ese informe se sabe también que de esas 46 investigaciones preliminares, 7 fueron archivadas y 39 se encontraban en trámite.
No es posible conocer en qué consistieron esas investigaciones, como dijimos. Tampoco acompañó García Castiella en su informe copias de las resoluciones de las investigaciones archivadas, lo que impide conocer los motivos que llevaron al archivo de esas actuaciones.
Recomendaciones y Dictámenes
También en esta materia, que es propia de la competencia de ese organismo, se observa un bajo nivel de actuación.
Durante los dos primeros años de actuación de la Oficina Anticorrupción, se formularon 4 recomendaciones, algunas de las cuales fueron solo recordatorios de la vigencia de determinadas obligaciones básicas de los funcionarios, como la de presentar Declaraciones Juradas de Bienes o bien otras que por su contenido son extremadamente débiles y de dudosa eficacia como lo es la recomendación 01/16, sobre la necesidad de hacer conocer y controlar situaciones reñidas con la ley, puntualmente “la de pedir retribuciones por parte de empleados para realizar o agilizar trámites municipales.”
Se presentaron también durante esos dos primeros años de gestión, dos sugerencias legislativas una de ellas destinadas a modificar la ordenanza que regula la localización de expendedoras de combustibles y otra que propone la obligación de que el/la cónyuge o conviviente del funcionario declare también su patrimonio. (actualmente la ordenanza establece tal posibilidad como facultativa).-
¿Y ahora, como sigue?
Como Director de la malograda y hoy desaparecida Oficina Anticorrupción Municipal, la gestión de García Castiella pasó sin pena ni gloria. Hoy este ex funcionario municipal, quién ya ha transitado por importantes cargos provinciales, a pesar de tan deslucido antecedente, ha sido llamado a ocupar un cargo clave en la lucha contra la corrupción para lo cual se requiere sobradas muestras de independencia y de compromiso.
De llegar a convertirse García Castiella en el jefe de los fiscales de la Provincia de Salta, ¿Cómo seguirá la historia de la lucha contra la corrupción en Salta?
Seguiremos informando.