Roque Rueda |
NOTA DE OPINIÓN
Roque Rueda, ex concejal de la Ciudad de Salta, nos ha remitido la nota que reproducimos, relacionada con una cuestión que hace al núcleo de la transparencia y ha tomado estado público en las últimas semanas.
Se autoriza su reproducción, citando la fuente.
Plata en negro en el Estado
La decisión de los legisladores nacionales de incrementar sus dietas parece haber puesto al final sobre la mesa un tema tabú, que es el de los fondos reservados.
En mi gestión como concejal de la Ciudad de Salta (2009-2011) me tocó plantear la necesidad de acabar con estas partidas sin rendición. Lo hice legislativamente, en forma infructuosa, y dos veces en sede judicial. En un fallo dividido, la Corte me negó legitimación para plantear el asunto ante la justicia, por lo que actualmente tramita el Recurso Extraordinario Federal que interpuse.
En el ámbito de la Municipalidad de Salta, en 2009 se ejecutó una partida exenta de rendición de casi 14 millones de pesos, y en 2010 una de más de 16 millones. En las correspondientes Cuentas Generales se rindió – como subsidios efectivamente otorgados desde esa partida – menos de un millón.
En la edición de El Tribuno del viernes 24 se publicó que los senadores provinciales perciben – además de sus dietas – una cifra en negro que ronda los 6.500 pesos.
Se indica en dicha nota, además, que en la Cámara de Diputados existe una situación similar.
En la cobertura del asunto por los distintos medios de comunicación he percibido que se pone especial énfasis en el monto final percibido por los legisladores, y su carácter justificado o no.
Creo que también debe tratarse con la profundidad necesaria el hecho gravísimo de que circule dinero en negro en los estamentos estatales. Y no sólo en los legislativos.
La existencia de fondos en negro no es una cuestión puramente ética (lo que de por sí tiene su importancia indudable), ni es una anomalía constitucional más. Se trata de un factor de distorsión de toda la actividad política, con nefastos efectos prácticos.
El hecho de que ciertos funcionarios manejen dineros sin rendir cuentas sobre ellos (me refiero principalmente a quienes dirigen los cuerpos deliberativos y algunos funcionarios ejecutivos) habilita las peores prácticas de la política y abre la puerta a la corrupción.
Mediante el manejo de estos fondos oscuros se puede disciplinar opositores, acallar o enamorar periodistas, apaciguar sindicalistas, montar campañas abrumadoras sin esfuerzo alguno, intervenir en elecciones ajenas, adquirir fácil predominancia mediática… Todo ello sin contar con el puro y simple enriquecimiento ilícito personal.
El grado de concreción de estos peligros reales dependerá de una serie de factores, entre los que se incluye seguramente la mayor o menor probidad de los encargados de utilizar esas partidas. Sin embargo, la cuestión es de concepto: es inadmisible que los representantes del pueblo se sientan con derecho alguno a eximirse a sí mismos de los controles relativos a su gestión y a su manejo de los fondos públicos.
Si se realizara una auditoría seria de las cuentas de la Legislatura Provincial, de los Concejos Deliberantes y de ciertas partidas de los Ejecutivos, se avanzaría en un aspecto importante para una verdadera recuperación de la actividad política como instrumento para el bien común.
Roque Rueda
DNI 24.875.542
Muy interesante nota, felicidades al autor y al difusor de la misma no sólo por publicarla sino por tomarse el trabajo de defender los intereses de todos. Con cariño, Mariu Vargas.
Roque: ¡TE FELICITO!!!!!!!!!!!!! ¡Hombres como vos, honestos, responsables y trabajadores en la política NO existen. Ojalá todos fueran como vos. ¡FELICITACIONES!!!!!