Ante las declaraciones de la Dra Buabse, nuestra contestación

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En una entrevista, la Dra. Gabriela Buabse, directora del Cuerpo de Investigadores Fiscales, me calificó de “mentiroso absoluto” en virtud de una publicación de mi blog Salta Transparente, relativa al controvertido informe emitido por el CIF en un caso de supuesto abuso sexual a una menor.
Se trata de un agravio gratuito que sólo revela falta de argumentos y, también que la Directora del CIF no ha leído las notas que publiqué.
Lo que publiqué en el sitio es un informe completo sobre la designación de sus miembros, basado exclusivamente en documentación que el propio Procurador General de la Provincia accedió a brindar después de insistentes pedidos. No afirmé en ningún lugar que algún pasante haya puesto su firma en algún informe.
Sí informé una situación que es de público conocimiento: que dos empelados administrativos que el Ministerio Público autodesignó como “investigadores” firmaron junto a la Dra. Buabse el informe que caracteriza a una niña de 9 años, presunta víctima de abuso sexual de una manera inadecuada y que no aparece en el informe la firma de ningún psicólogo por la sencilla razón de que en la época en la que se realizó, el CIF no había designado a ninguno.
La única psicólogaque existe actualmente cumpliendo funciones de “investigadora“, fue designada el 25 de juniode este año. El informe suscripto por la Dra. Buabse fue realizado en el mes de marzo.
Resulta llamativo que la Dra. Buabse haya informado en su momento a los medios de prensa que en la elaboración del informe participaron dos “técnicos” y una “psicóloga”. Tengo entendido que eso mismo afirmó ante los Senadores cuando la pregunta salió en la entrevista realizada en el marco del análisis de su pliego.
¿Qué psicóloga participó en el informe si en la época de su elaboración no había ninguna designada en el CIF? Hubiese sido interesante que la Dra. Buabse, en vez de recurrir a los agravios y las descalificaciones se hubiese tomado unos minutos para informar este tema a la ciudadanía.
De paso, sería útil que desde el Ministerio Público se informe públicamente cuál es el staff completo del CIF, indicando quiénes son sus investigadores, qué títulos y antecedentes presentan y cómo están designados.
No hay que olvidar que el CIF no puede ser una “escuela de capacitaciónde pasantes” o administrativos que se convierten en investigadores tras un breve curso. De sus informes pueden derivarse consecuencias demasiado importantes para la vida, seguridad, honra y libertad, de las personas involucradas en las investigaciones. Tanto de los imputados como de las víctimas.
                                                                                                                          Gonzalo Guzmán